... Y en una esquina de ese sofá, sosteniendo con un pulso gastado una taza de café, mirando la calle desde la ventana sin fijar la vista en ningún sitio, recordando como fueron tiempos pasados. Aquellos en los que todos los que no estuvimos imaginamos que fueron en blanco y negro. Y no, no lo eran, pero así les parecen a ellos mismos, pues su memoria cada vez se les diluye mas.
Así recuerdo a mi abuela, sentada en la ventana con mejores vistas de su casa, pasando las tardes mirando por la ventana, canturreando alguna vieja canción e inmersa en sus recuerdos.
3 comentarios:
... Y en una esquina de ese sofá, sosteniendo con un pulso gastado una taza de café, mirando la calle desde la ventana sin fijar la vista en ningún sitio, recordando como fueron tiempos pasados.
Aquellos en los que todos los que no estuvimos imaginamos que fueron en blanco y negro. Y no, no lo eran, pero así les parecen a ellos mismos, pues su memoria cada vez se les diluye mas.
Así recuerdo a mi abuela, sentada en la ventana con mejores vistas de su casa, pasando las tardes mirando por la ventana, canturreando alguna vieja canción e inmersa en sus recuerdos.
La he visto sentada en ese sillón rojo.
(Perdón por el comentario suprimido anterior)
Qué bonito, Mildo, qué tiernas son las abuelas y qué triste es envejecer...
Bss
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