En los dos viajes que he realizado a París he experimentado la misma sensación; no tengo palabras para describir lo que siento al estar justo debajo de la Torre y mirar hacia arriba. Se me pasan los minutos uno detrás de otro admirando su impresionante tamaño, con la boca abierta, sin poder decir nada, solamente sintiendo...
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3 comentarios:
Holaa!!
Ohh! Hace ya unos días que no tengo tiempo para nada, ni para visitar estos sitios. Es lo que tiene esta época.
Me he acordado de tí ahroa mismo y he dicho: Voy a entrar al blog de Paz que seguro que hay algo que me sorprende!
Voilà! así fue, me han encatado tus últimas fotos. Menudo viaje te has pegado amiga!!! Qué envidia!!
Espero sigas sorprendiendome cada vez que te visite!
Un beso
Hola Naxo!!!
La falta de tiempo es la que nos mata a todos, yo también necesito más horas al día y ya no sé de dónde sacarlas...
A mí me ha encantado tu comentario, y considero que la capacidad de sorprender (unas veces sorprendiendo y otras siendo sorprendidos) es lo que le da sentido a nuestra existencia.
Un beso y gracias!!
Me encanta, además has tenido la suerte de que la torre no tubiese una maravillosa lona verde como cuando yo fui. Eso es una señal "" tendré que volver.
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